viernes, septiembre 28, 2007

De Agreda y sus nostalgias.

AMIGOS QUE FUERON...¿DÓNDE ESTARÁN?

Recuerdo en este tiempo de verano a algunos amigos con los que compartí el trabajo y la amistad...¿Quién me podrá dar noticias de ellos? Conservo sus cartas y los testimonios de lo que decía , la comunicación que mantuvimos durante un tiempo y que, sin saber por qué, desapareció...

Me refiero a dos nombres en concreto que son: Ahmed El Bahraoui y Chukri El Bakri

¿Quiénes eran estos amigos que hoy echo en falta? ¿Sería posible que llegara a ellos este mensaje de recuerdo? Temo rememorar los tiempos pasados y que este mensaje no llegue a su destino, pero en cualquier caso, podría ser un pequeño homenaje a su presencia, a sus cartas y al tiempo que compartimos, como último recurso que justifique – si fuera necesario – las líneas que les dedico ahora.

A finales de 1982 recibí las primeras noticias de Ahmed El Bahraoui dirigidas al Instituto Hispano-Árabe de Cultura, en el Paseo de Juan XXIII, donde estaba ubicado durante el tiempo de la existencia de este centro cultural. En su primera carta se presentaba a si mismo, dándome la referencia de Dris Diuri, su paisano de Larache. Este reconocido nombre del hispanismo marroquí sería su mejor referencia, como decano que era por su edad (había nacido en 1925) y por sus conocimientos.

El Bahraoui había nacido en Larache, el 13 de agosto de 1960 – entonces habrá cumplido 47 años – y me escribía – ya en 1982, como decía antes – desde Málaga (en esta dirección: C/. Blanco Coris, bloque 13, B-1). En su carta se refería a sus estudios en la Misión Cultural Española de su ciudad natal, donde había obtenido el título de graduado escolar, además de los diplomas de formación profesional administrativa. Se refería a continuación – en un español bastante correcto - a su afición por la poesía y reconocía que había escrito algunos versos, “aunque me salieron malos, intento de nuevo ir mejorando”.

Quizá alguien recuerde a este joven larachense, cuyo nombre recupero hoy con estas líneas; puedo añadir que me envió entonces una publicación escolar titulada La Giralda que él mismo se había encargado de dirigir. La sencillez de sus páginas reflejaba sus inquietudes literarias. Me explicaba en sus cartas los motivos que le llevaron a emprender la publicación de esta revista como forma de impulsar el interés de los hispanistas de su ciudad. Incluso me enviaba un certificado de don Nicolás García Díaz, director entonces del Colegio Luis Vives de la Misión Cultural Española en Larache, que justificaba el papel de Ahmed Bahraoui como director de la citada publicación, con el patrocinio del centro escolar. durante el tiempo de su aparición, dos números, en 1982.

Transcribiré a continuación algunos párrafos de sus cartas por lo significativo de las mismas: “No sé si sabrá usted que aquí en Larache salía un periódico semanal que se llamaba “Larache”, en el cual participaban todas las personas que se interesaban por la cultura, entre ellos destacan el gran escritor Dris Diuri, Hasan Tribak, etc. pero resulta que cuando murió el señor Diuri, solo se publicaron dos o tres números antes de que desapareciera esta publicación. Y nos quedamos sin una revista local. Después de dos años tuve la idea de hacer una revista estudiantil para todas las gentes de habla hispana. Fui a ver al señor director de la Misión Cultural y le presenté la idea que él aceptó con mucha ilusión. Publiqué el primer número, al que siguió un segundo y tercer número, que tuvieron mucha aceptación en Larache y también en Tánger y Tetuán. Espero que el amigo Diuri le haya enviado el primer número de este revista porque yo mismo se la di para usted. Hoy le envío personalmente los dos números siguientes con mucho gusto.

Hoy repaso las páginas de la citada revista , “publicación escolar”, según se anuncia en la portada, y encuentro detalles muy interesantes, así cuando dice a modo de “editorial”: En este número han colaborado marroquíes y españoles, todos los que han querido poner su granito de arena lo han hecho y sigue teniendo las puertas abiertas para todos los que quieren colaborar, con cualquier tema o sugerencia, lo admitimos todo, claro, siempre que sea provechoso para el lector”.

Se iniciaban las páginas de la revista con las reflexiones del famoso escritor libanés Khalil Gibrán, tomadas de su libro Lágrimas y sonrisas. A continuación seguía el artículo de El Hakim Ahmed sobre “La educación marroquí”; tras unos refranes y proverbios, a cargo del mismo Ahmed El Bahraoui, se ofrecía el “Homenaje a Larache”(La dorada cenicienta), de la obra de Dris Diuri Miscelánea (II parte). Señalaremos los nombres de otros colaboradores, según se indicaba en cada escrito: Ana Tintol, Aicha Agzinay, Abdelilah Diuri (que trataba sobre la enseñanza), hijo del ya citado y gran figura del hispanismo que fue Dris Diuri.

Del siguiente – y último número de esta revista, que llegó a nuestras manos – destacaremos, en la misma línea del anterior, el poema firmado por Bouhssina Mustafa titulado “Mi amor a Larache”, que incluye la mención de un verso de Diuri que dice: “mi Larache en poema convertida”. Además señalaremos otras firmas ya conocidas: Abdelilah Diuri, El Obgani Mustafa, Ahmed Bennassar, junto a un artículo sobre Ramón J. Sénder, dando la noticia de su fallecimiento y el poema de El Bahraoui titulado “Lágrimas de Palestina”, sentida con estas palabras de dolor y un sencillo pero expresivo dibujo:

La tierra y los hombres se fueron,
y Palestina llora por los dos.
Llora, llora por lo que te hicieron,
los que mal te conocieron.
Dios te ayudará Palestina,
a cambiar esta vida perdida.
Dios contigo está Palestina,
que ni Él ni yo te olvidamos.
Llora, llora Palestina,
por tu tierra y por tus hombres.
Que tu tierra y tus hombres se fueron,
y no tardarán en volver.


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Siento también la ausencia de Chukri El Bakri y voy a referirme ahora a los pocos, pero intensos, recuerdos que de él conservo: ¿dónde nos conocimos? Quizá sería en algunos de los coloquios o encuentros que organizaban los departamentos de español, en la Facultad de Letras de Fez.. Seguramente fue aquella reunión sobre “Escritura marroquí en lengua española”, celebrada del 22 al 24 de noviembre de 1994, en la citada Facultad de Dhar El Marras. Las actas, coordinadas por Abdelmouneim Bounou , aparecieron en 1998.

Ahora reviso aquellas actas y, efectivamente, encuentro el programa de las mismas. Allí figuran las lecturas de los poetas que participaron: Ahmed Saber, de la universidad de Agadir; El Arbi El Harti, de Rabat; Driss El Fakhour, entonces en la universidad Autónoma de Madrid, y nuestro amigo Chukri El Bakri, que estaba destinado en la Radio-Televisión marroquí (RTM).

Los poemas de Chukri El Bakri se encabezaban con el título que pensaba dar a su libro: La furia del viento (Versos libres). Estaban dedicados a sus hermanos: Muna, Nadia y Karim; a su hijo Walid, “que no dejará de ser recién nacido”, con un epitafio de Abdelkebir Jatibi (“Traza con las uñas tu propio deseo diáfano”) y una frase “lápida”: “donde todo es muerte, la muerte propiamente dicha ya no existe”.

Los títulos de los poemas eran los siguientes: “El sueño de la muerte”: 1/ Lejanía (A mi abuela...Cuando habló el silencio): 2/ Fantasía (A mi hija...Puntos suspensivos), y estaban firmados en Tetuán, el 7 de septiembre de 1994. Los siguientes poemas se titulaban: “Silencio, sombra y palabra”, “¡Ay, boca mía!”. “El beso verde”, “Sombra”, “Luz azul”, “Torpeza”, “Rosa del sueño” (A Tetuán, espejismo de un mito), con la fecha de agosto de 1991.

De los siguientes poemas reunidos a continuación, destacaremos los siguientes: “Poema jondo” (Al alma de Federico García Lorca. Un ala chirriante), que se inician con estos versos:

No eran las cinco
El sueño, realidad figitiva
La visión, realidad venidera
La muerte, realidad permanente
Y tú Lorca
A caballo entre éstas y el espejo
Con Granada por medio
Miraste desde la ventana
El rojo de un alba decente
.....

No eran las cinco
Era el silencio
El alba
De un poema jondo.

Finalizaban estos poemas con un título: “Los huérfanos de este mundo” (A la memoria del poeta Muhammad Al Jammar Guennuni) y una “Apostilla dislocada”, que dice:

Ojalá percibiéramos ahora mejor que nunca que la poesía es un fin en sí, no sólo un utensilio para transformar al mundo. Ella es la mayor transformación que pueda padecer el mundo o asumir. La muerte es el comienzo tan rebuscado por la poesía, y escribir versos es diseñar la faz de la muerte, el disfrazado anhelo; profanar su intangibilidad y ofrecerse de ofrendas al derrocadero de la noche.

Los poetas son quienes dan pulso a la vida. En esto no se entretejen dos. La esculpen, alentan, persiguen y aman. Son sus testigos y mártires. No es un juego de palabras. No hay cabida para ello. Tampoco es una contradicción, aunque Pascal una vez pensó que la contradicción es una mala señal de la verdad”.

Chukri El Bakri vivía entonces en la ciudad de Salé (Rue Akrach. Imm. 5 (Dhaibi) Tabriquet). Conservo, como muestra de su excelente conocimiento de ambas lenguas, la versión española del poema dedicado a “Lorca” por el famoso Mahmud Darwish, unos de los primeros “poetas palestinos de resistencia”, junto a Tawfiq Zayyad, Fadwa Tucán, Samih Al-Qásim y Salim Yubrán, que hemos podido conocer desde los años sesenta a través de las magníficas traducciones de Pedro Martínez Montávez y Mahmud Sobh (publicados por la antigua Casa Hispano-Árabe en 1969, con dibujos del genial pintor iraquí, ya fallecido, Faik Husein).

El citado poema sobre “Lorca”, traducido por Chukri El Bakri, se publicó el 7 de febrero de 1993 y pertenece al libro Hojas de olivo, editado en Haifa (1964) y en Beirut, en varias ediciones después, la décima fechada en 1984; éstos son algunos de sus versos:

El perdón de una flor de sangre, Lorca
y un sol en tus manos
y una cruz que s viste del fuego de un poema.
Por la noche, los jinetes más hermosos
Peregrinan hacia ti
Con un mártir...y una mártir
(...)
España sigue siendo la madre más triste
dejó correr el cabello sobre sus hombros
y sobre las ramas del olivo de la lóbrega tarde
colgó sus espadas

Por la noche, el guitarrista recorre las calles
y canta a escondidas
y con tus poemas, Lorca, recoge las limosnas
de los ojos de los miserables.

Los ojos negros en España miran de reojo
y la conversación del amor es muda.
En sus palmas el poeta excava una tumba,
Si habla.
(...)
Las últimas noticias desde Madrid,
Que la herida ha dicho:
Se hartó el paciente de la paciencia.
Ejecutaron a Guillermo por la noche,
Y la flor del naranjo
Todavía exhala perfume.

Las noticias más bellas desde Madrid,
Llegarán mañana.

En cuanto a alguna de sus traducciones de nuestra lengua, citaremos el poema de Octavio Paz “Qabl al-bud`”, que, según decía él mismo, apareció en el diario Al-´Alam.

Chukri me envió además - ¡espero te gusten! - otros poemas que no figuraban en su ya citado y entonces, al menos, inédito poemario La furia del viento. Se titulaban: “Incógnita”, “Ausencias latentes” y “El sueño dela muerte” (1)Lejanía; 2)Fantasía, dedicado a su hija) y llevaban la fecha de junio y septiembre de 1994.

Por último citaré la carta abierta que me dirigió el 11 de julio de 1995 y que se publicó en el mes de agosto de 1995 en el periódico que dirigía el también hispanista Ahmed Mohamed Mgara titulado El Eco de Tetuán. Me aclaraba en nota que se trataba de “una carta que espero sea disculpa y un “documento personal” sobre el hispanismo creativo marroquí. “Explica – me decía – gran parte de mi silencio y las partículas de esa atmósfera. Es terrible que la literatura y la visión vivan en semejante espacio”.

“¡Querido amigo! – me había escrito por entonces - ¿Qué decirte? Pasé tiempos de baja moral y ahora intento salir adelante, los tiempos cambian, los espacios ondean. Lucho por preservar el ser.” Eran confidencias de un amigo cercano...

Sólo me resta, en este momento, reconocer con gratitud el escaso tiempo de nuestra comunicación. Hay un testimonio de mis palabras: la traducción al árabe de mi trabajo sobre Trina Mercader, que se publicó con el subtítulo de “Una experiencia de convivencia cultural en Marruecos”, en el volumen de Homenaje a la profesora Eugenia Gálvez Vázquez (Revista “PhilologíaHispalensis”, Facultad de Filología, Sevilla, Año 2000, Vol XIV/2).

La citada traducción incluía también la del texto o relato inédito que Trina me había enviado en una de sus cartas titulado “Una calle del barrio moro de Larache”, con un dibujo a plumilla de la propia Trina. Como ya expliqué entonces era la muestra de los escritos que ella conservaba con la intención de publicarlos “en un formato pequeño de libro de bolsillo, primoroso. ¡Tanto cariño les tengo!”.

La traducción citada de Chukri El Bakri, y Uns Bensalih, según me decía Chukri, apareció en el diario Al-´Alam, el 6 de septiembre de 1995: “Zuqaq fi hayy al-muslimin bi-l-´Ara`ich”...¡Gracias de nuevo por este inolvidable “Pasaje o callejón” que me conduce a estos recuerdos, amigo Chukri, por donde giran los vientos y las gentes pero no pasa el tiempo.

Fernando de Ágreda
14 de Septiembre de 2007

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