jueves, septiembre 02, 2010




A mi hermano José Sarria Cuevas.

Sobran las palabras;;; porque no exixten las suficientes ni las adecuadas para expresar lo que se siente ni para exprimir el dolor que nos ahoga en sus negras garras, hermano Pepe.
Hace días me enviaste una especie de SOS como ser humano que eres y en espera de mi colaboración. Era difícil para mí poderme mover porque los hechos tenían lugar lejos de aquí, de Tetuán.
Siento ser impotente ante casos tan distantes y tan urgentes. Normalmente, Crus Roja Marroquí se tenía que haber ocupado de hacer posible ese deseo de un hijo que se moría, precisamente, donde fue en busca de mejor vida.
Sabes, hermano Pepe, que viví unos años de mi vida en Málaga. Años que fueron decisivos en mi vida con vistas al futuro. Ahí, en Málaga y alrededores, tuve y aún conservo grandes amig@s que a diario me llenan el alma de suspiros y de nostalgia... porque en Málaga la gente es " mú buena hente" y siempre ha sido solidaria con los debilitados y los necesitados.
Ese chaval murió, en Vélez, si no me falla la adivinanza. Y, me imagino lo que habrán hecho para salvar su vida o por lo menos para que sufriera menos.
Su madre, por imperativos legales que Bruselas dicta para obtener un dichoso visado, no pudo abrazar póstumamente a su hijo...quién, tal vez, arriesgó su vida para poderla ayudar a superar las adversidades del destino.
Los dos se quedaron sin esa ilusión...y nosotros también hemos quedado a medio camino, sin la posibilidad de conseguir para esa familia algo tan sencillo como "decirse adiós".
Maldiciones de la puerca vida!
Gracias por intentarlo. Dios te lo compensará!!!!

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